sábado, 17 de noviembre de 2007

SIEG HEIL SIEG HEIL grito en Salamanca


De los 50 candueleros que fueron al homenaje al Duque de Alba varios de ellos eran periodistas de interviu.


Centenares de jóvenes rapados bailan a puñetazos y empujones al compás de la música del grupo alemán de hardcore nazi Non Plus Ultra. La banda está formada por cuatro skinheads de casi dos metros de altura y ojos claros. Todos tienen tatuajes reconocibles como 88 (el número que corresponde a las letras HH –Heil Hitler– en el orden alfabético), Skinhead o cruces gamadas. Desde sus inicios han sido censurados en su país por sus letras e ideología.


Los empujones se hacen cada vez más violentos hasta que sólo quedan dos skins en medio de la pista. Un rapado bajito mira desafiante a su contrincante. Tiene los ojos saltones y no deja de sonreír. El alto lleva un tatuaje con una esvástica en la mandíbula y le mira con indiferencia. Decenas de ultraderechistas les observan expectantes en círculo. La música retumba pero nadie le presta atención. El bajito, sin perder su extraña sonrisa, suelta un puñetazo en la mandíbula a su compañero. Mientras la cabeza de éste se tambalea ligeramente, suenan gritos violentos y varios cabezas rapadas, con cazadoras y botas militares negras, se precipitan hacia los dos. Son los encargados de la seguridad del concierto. En unos minutos, entre ellos y algunos amigos consiguen separar a la pareja. Pero los empujones entre los asistentes continúan.